lunes, 1 de agosto de 2011

It's something

No pedimos tanto. Queremos querer y que nos quieran, que nos den el cariño que nos hace falta, que nos demuestren confianza y poder demostrarla, que nos hagan reír...
Y dicho así parece mucho, pero en general acabamos conformándonos con lo que tenemos, porque llega un punto que ves la perfección en los defectos de esa persona. De tal modo que, cuando te quejas de lo poco que te llama en realidad eres feliz, porque de un modo u otro estás acostumbrada a eso y sabes que por pocas que sean las llamadas si un día deja de sonar el móvil y él deja de estar ahí, vas a echar de menos quejarte tanto.
Así que aprovecha lo que tienes, porque nunca es poca cosa y porque cada uno tiene sus gilipolleces y sus tonterías pero siempre, siempre, son perfectos para ti.
Y si te pasa como a mí, que dejas perder una de las cosas más preciadas por culpa de tus celos, por querer siempre estar increíblemente bien y por pensar demasiado en ti, aprende para lo próxima vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario