lunes, 25 de julio de 2011

HAPINESS












Que corto fue el amor y que largo el olvido.

Sigo sientiendo su olor en su chaqueta, la que sigue en mi armario impecable, sin lavar. Sabía que algún día pasaría esto y me dejaría, por lo que la chaqueta sigue intacta, por si algún día olvido su olor.
Sus manos... me encantaban. Sí, verás... me suelo fijar muchísimo en las manos de un tío y él precisamente las tenía perfectas.
Bueno, y por no hablar de sus besos... y de lo que me decía, de la confianza, de las risas, de las gilipolleces cursis...
En fín que sí, que los que se leen esto ya saben quién es el capullo que me tiene tan obsesionada, que ya está... Que algún día dejaré de estar tan agilipollada y se me pasará, pero que ahora por ahora joder... CUESTA TANTO.

Vengaaaaaaa ya, mañana ya si eso me sigo lamentando por hoy ya basta.
Me voy a cagar en el gilipollas que inventó eso de enamorarse.